lunes, 15 de febrero de 2010

Esquicio mental

La autodeterminación de nuestra identidad está dada por rasgos característicos de la persona o es formada por la cultura. Y si ambas son las que la determinan, ¿De qué manera inciden? ¿Puedo concientemente separar lo que es mío propio de lo que me fue dado? ¿Acaso ésta clasificación no estaría también siendo formada por la cultura que ya está dentro mío, haciendo que sea imposible discriminar objetivamente?
Consecuentemente, la búsqueda de la no regla se transforma en la nueva regla o en una antiregla formada a partir de ella. Foucault dice que no podemos salir de la norma, ¿Será así? Podría ser que el primer paso para el exilio sea el reconocimiento de la misma y la aceptación que partimos desde ella hacia otro destino.
Planteo la existencia del error y de la falta de inteligibilidad humana como base del análisis. Sin la aceptación de la equivocación como parte del planteo, el hombre se transforma en en regulador y legitimador de sus prácticas.

1 comentario:

Arq. Santiago Leloutre dijo...

Mi querida introspecta: como ya esbozaste, Foucault se ocupó de esta paradoja durante toda su vida. Lejos de llegar a una conclusión, encontró lo que denominó las "prácticas de sí". Si bien son formulaciones culturales (analiza a la cultura romana: Séneca, los estoicos y Marco Aurelio)cada uno retoma su propia subjetividad interior. Así, Séneca escribe sobre historia durante toda su vida, alegando que las guerras y la política son los medios para entender a la cultura, pero para comprender su vida y el advenimiento de la muerte, escribe un tratado de geografía, ya que los fenómenos naturales nos hablan de nuestras mismas pulsiones de vida. Marco Aurelio es otro caso muy interesante que Foucault analiza a partir de su libro Meditaciones, donde M.A. recomienda, para entender(se), apelar a una especie de memoria instantánea: es decir, si el tiempo se puede verificar en el movimiento de una cosa de A a B en una escena fija, es entonces el instante la unidad mínima a la que se puede reducir nuestra experiencia de vida, y estas residen en "memoria de nuestros ojos", y en su analisis se hallan todas las respuestas (respuestas muy espaciales creo). Y entendiendo el suceso en el espacio, Marco Aurelio se entiende a si mismo.
Lo interesante, creo, es que nuestra cultura nos proporciona una estructura que, lejos de apresarnos, nos desafia a transitar en su laberinto, y perdernos, y reencontrarnos...