martes, 29 de mayo de 2012

Sur la Tour Eiffel

La vida que viven no es de ellas, pero no lo saben aún. Creen que merecen lo que tienen, que trabajaron por ello.Pero no.
La felicidad de ellas depende de la tristeza de otros.De muchos otros que ni siquiera conocen.Se juntan en la plaza con un vino a discutir pacificamente de la sociedad; de como el imperialismo y el capitalismo intentan derribar su mundo de ideas.Mientras lo hace, visten Dolce & Gabbana e ignoran a los de alrededor. Se dicen hijas de la revolución y no son más que una verguenza para ella. Pero por alguna extraña razón, el estar descalzas pisando el prohibido cesped las convierte en ideologías andantes. Mueven las fichas de este domino ya estipulado y creen ser dueñas de su progreso. Acaso la torre que nos invade con su presencia, no avala todo éste régimen? Acaso con su belleza no nos demuestra la gloria merecida por unos pocos en nombre de la paz y de la libertad? Una de ellas escribe mientras se toca el rubio cabello. Juzga a ese indio que está cerca suyo, pero lo hace adentro, no deja que sus amigas vean su prejuicio, no deja que la torre entienda que dentro de su imagen perfecta, sólo hay putrefacción. Nadie quiere que se sepa que su vida es posible gracias a que otros sufren. A otras piezas de éste domino, las que quedan últimas debajo de todas las demás.