jueves, 14 de julio de 2011

teoría urbana dos mil siete

El eco silencioso de la voz de los pueblos. La multitud encarnada en un grito desde el barro y la tansa. El mismo grito de la carnada, la angustia y el dolor que también son esperanza. Quién se baja de su monótona rutina y escucha; quién hunde sus pies en la arena y el pescado podridos. Llenarse los pulmones de aguas negras ... en que universidad te enseñan dichas experiencias. Realidad confundida entre textos de prestigio, palabras viscosas que engordan. Letras confusas que ahogan el espíritu en un mar de glucosa. Pero nuestro mar es río y la arena se confunde con el barro, los zapatos de charol son alpargatas viejas. La ciudad es un pueblo invadido por buques extranjeros. Entonces, los gritos dirigen a los lápices; la voz del pobre diablo irrumpe. Trabajo y salud. Futuro y progreso. Quién será capas de responder, de decir, de hacer desde adentro.

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